Os adjuntamos este interesante artículo que, a pesar de que hace referencia al cultivo de Cannabis, puede resultar útil para cualquier otro tipo de cultivo.
El concepto “Fotoperiodo Marihuana” viene referido a una técnica cultural que puede emplearse durante su cultivo, provocando en ella la estimulación de crecimiento o floración independientemente de la época del año en la que nos encontremos.
Mediante la técnica de Fotoperiodo, podemos realizar diferentes cultivos de Marihuana durante todo el año. Esta técnica es muy popular cuando esta se cultiva como planta de interior.
En esta misma página, definimos el concepto de Fotoperiodo asociado a las plantas, ya que los animales también reaccionan en relación él. Básicamente, se define como fotoperiodo a la relación que existe en cuanto a la duración del día y de la noche durante un periodo de 24 horas seguidas, y cómo esta, afecta al conjunto de los procesos de las especies vegetales mediante los cuales regulan sus funciones biológicas de reproducción y crecimiento.
Salvo excepciones, la Marihuana necesita de 14 a 18 horas de luz para mantener un ritmo de crecimiento continuo, en el que sólo desarrolla su sistema foliar y radicular: crece básicamente en vegetación.
Cuando entramos en franjas horarias equivalentes, 12 horas de día y 12 de noche, la Marihuana entra en fase de floración. Por ello, en el hemisferio norte, suele florecer a finales de verano o principios de otoño.
Decimos salvo excepciones porque entre las especies más populares se encuentran la Cannabis sativa, Cannabis índica y Cannabis ruderalis. Las dos primeras sí reaccionan ante el fotoperiodo, mientras que la Cannabis ruderalis no depende del fotoperiodo para florecer, puesto que los ejemplares de esta variedad se guían por el tiempo que llevan creciendo para comenzar a producir los cogollos. Como ejemplo, si cultivamos variedades híbridas que están cruzadas con plantas de Cannabis ruderalis, como pueden ser las variedades ‘White Dwarf’ o ‘Low Rider’, en unos 75 días, estas pequeñas plantas estarán listas para cosechar.
En el resto de los casos… ¿Cómo podemos hacer que nuestras plantas crezcan y florezcan a nuestra voluntad? Pues es relativamente sencillo.
Si el cultivo de la Marihuana se realiza durante su período denominado ‘vida natural’, la planta crecerá correctamente, alcanzará su masa foliar adecuada y florecerá llegado el momento y sin problemas.
Por el contrario, si queremos programar el cultivo para tener cosecha fuera de su ‘período natural’, lo que debemos es alterarle la duración del día o de la noche a voluntad.
Para asegurar un desarrollo continuado de la planta con el fin de alcanzar una determinada masa foliar (tamaño de la planta), debemos asegurarnos de que la planta de Marihuana tendrá más de 14 horas dentro de cada período de 24 horas. Para ello le aportaremos luz extra mediante lámparas eléctricas, tantas horas como sean necesarias hasta conseguir su totalidad (si hay 9 horas de día, le añadiremos un suplemento de 5 horas de luz artificial. Estas horas se aplicarán al finalizar el día o unas horas después.
Si por el contrario, queremos estimular la planta para que florezca, acortaremos el día tantas horas como sea necesario para que en el cómputo general disfrute de menos de 12 horas solares. Para ello, cubriremos la planta de Marihuana con un toldo opaco que le produzca una oscuridad total.
Las mejores horas para aplicar esta técnica es acortarle unas horas por la tarde y otras por la mañana. Dicho de otra manera, si queremos ampliar la noche 4 horas, cubriremos la planta dos horas antes de que anochezca y la descubriremos dos horas más tarde de que amanezca. El motivo es evitar que la planta esté cubierta durante períodos de tiempo en el que hace mucho sol, ya que la temperatura que se puede llegar a crear debajo del toldo puede afectar al normal desarrollo de la planta.
Fuente: Escrito por Flores y plantas el Viernes 23 Septiembre 2011
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