Ayer publicamos en Facebook una imagen de un proyecto de Granja Vertical que dio mucho de que hablar. La idea de los alimentos se pueden cultivar incluso en cualquier ciudad, por poblada que sea, como Nueva York, no es nueva. No hay nada mejor para favorecer el consumo local que esto.
La revista New York Magazine pidió a cuatro arquitectos propuestas la construcción de un edificio-huerto (o granja vertical como ellos lo llaman) para Canal Street.
"Estamos interesados en la agricultura urbana y la idea de tratar de hacer nuestras ciudades más sostenibles mediante la reducción de los kilómetros que tiene que recorrer la comida".
Debajo se encuentra lo que parece ser un mercado de agricultores, la venta de lo que crece por encima.
FUENTE: New York Magazine
A continuación os adjuntamos otro artículo sobre otro proyecto de granja vertical, en este caso en Londres.
Ubicada en la orilla sur del río Támesis, La Torre-Granja de Brandon Martella permite el cultivo de 1.5 millones de libras de productos frescos por año. Este innovador concepto sustentable ofrece una manera de combatir la urbanización y la disminución de las tierras agrícolas.
Este rascacielos funciona muy parecido a un árbol – en función de la energía solar y el agua de la lluvia – y cuenta con espacios para la agricultura en vertical. Fue diseñado para satisfacer las necesidades energéticas y los alimentos desde el interior del mismo edificio.
Los productos frescos pueden ser cultivados sin tomar en cuenta los cambios estacionales o los desastres naturales (como la sequía) y las emisiones de CO2 son reducidas al evitar el uso de tractores y otros vehículos para su transporte.
Los productos frescos pueden ser cultivados sin tomar en cuenta los cambios estacionales o los desastres naturales (como la sequía) y las emisiones de CO2 son reducidas al evitar el uso de tractores y otros vehículos para su transporte.
Además, la torre “cosecha” el viento a través de turbinas dispuestas en el perímetro del edificio, lo que contribuye a la ventilación natural de toda la estructura. Sus pisos hidropónicos permiten reciclar el aire húmedo generado a través del efecto invernadero mediante la recolección de agua condensada en el interior de almohadas ETFE (plástico de gran resistencia al calor, a la corrosión y a los rayos UV); la gravedad traslada el agua a través de bastidores.
La torre aprovecha la luz ultravioleta para producir el crecimiento eficiente de los productos y tiene una capacidad de producción agrícola de 28.000 metros cúbicos, esto se traduce en el 20% de la demanda de alimentos de Londres.
A pesar de esto, el edificio destina 100.000 m2 a espacio residencial; la idea es que los residentes reciban beneficios sociales como la educación y empleo, además de servicios como cafeterías y mercados. Esta propuesta fue concebida para el concurso AWR LOFT 2011.
Vía Paisajismo online.
Vía Paisajismo online.
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